miércoles, 3 de octubre de 2007

Inflamación de los bronquiolos pulmonares con obstrucción lentamente progresiva de los mismos, dificultando el paso del aire. Pueden distinguirse dos tipos: la bronquiolitis obliterante constrictiva, en la cual, progresivamente, es reemplazado el tejido pulmonar normal por otro de tipo fibroso; y la bronquiolitis obliterante proliferativa (secreciones organizadas dentro de la luz de los bronquiolos). ETIOLOGÍA
Múltiples causas, las cuales, en algunos casos, estarán relacionadas con alguna afección pulmonar. Entre las más frecuentes pueden destacarse las originadas por la inhalación de humos tóxicos, gases irritantes y humo de cigarrillo; las de origen infeccioso, ya sean virales o bacterianas; las inducidas por fármacos como el busulfan, cocaína, cefalosporinas y amiodarona; y las de causas desconocidas. CLÍNICA
Las manifestaciones clínicas de las bronquiolitis obliterantes son muy inespecíficas (fundamentalmente tos y una gran dificultad para respirar). La bronquiolitis de tipo constrictiva no es muy común, generalmente es irreversible y de evolución prolongada y progresiva, con una gran obstrucción al flujo de aire en los pulmones. La bronquiolitis proliferativa es mucho más frecuente, puede revertirse con tratamiento adecuado y suele presentarse con un patrón de neumonía. Esta última forma de presentación, cuando es por causas desconocidas se caracteriza por afectar a personas entre 40 y 50 años de edad y a ambos sexos por igual. Su forma de presentación es con una tos productiva, dolor al tragar, dificultad para respirar, al realizar grandes esfuerzos, pérdida de peso, intenso malestar general y dolor en el tórax.
TRATAMIENTO
Corticoides, con los cuales se ha observado una gran mejoría en los síntomas al disminuir la reacción inflamatoria bronquial. Si bien no existe unanimidad en cuanto a la duración del tratamiento, se requiere de varias semanas o meses para lograr revertir el cuadro. Como alternativa a los corticoides se ha sugerido la utilización de medicamentos citotóxicos como la ciclofosfamida o la azatioprina, pero ni sus indicaciones ni sus beneficios han sido establecidos claramente. En caso de conocerse la causa de esta enfermedad, el tratamiento estará dirigido a combatir el factor que ha desencadenado la bronquiolitis.2003

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